Después de tomarse siete años de descanso de la música, la noche de este 12 de febrero la cantante Rihanna hizo su triunfal regreso a los escenarios teniendo como plataforma el State Farm Stadium de Arizona para ejecutar su esperado espectáculo en el halftime show del LVII del Super Bowl.

La nativa de Barbados apareció en medio del abarrotado recinto montada en una plataforma flotante luciendo un jumpsuit en color rojo de la firma española Loewe al ritmo de “Bitch Better Have my Money”; canción elegida por la popstar para dar el banderazo de salida a su performance en el evento deportivo de mayor audiencia en Estados Unidos. Instantes después, la también empresaria comenzó a descender para incorporarse al escenario lineal donde la acompañaron un numeroso séquito de bailarines quienes ejecutaban coreografías mientras la superestrella entonaba algunos de clásicos de su repertorio como “Where Have You Been” y “We Found Love”.

Tal y como había asegurado el pasado 9 de febrero durante su conferencia de prensa alusiva a su actuación en el medio tiempo; Rihanna se embarcó en un viaje musical para revisitar sus 17 años de trayectoria artística a través de algunos de sus grandes hits como “Rude Boy”, “Only Girl (In the World)”, “Work” o “Pour It Up”.

La barbadense ganadora de nueve premios Grammy proseguía con su espectáculo y para sorpresa/decepción de algunos está decidió desempeñar sola su performance y prescindir de invitados especiales. Recordemos que desde el primer momento en el que se reveló que ella sería la encargada de amenizar la justa deportiva el público y la prensa comenzaron a mencionar nombres de algunos artistas que podrían haber compartido el escenario con la intérprete de “Don’t Stop the Music” entre los cuales sobresalían Drake, Eminem o Britney Spears.

Uno de los momentos más destacados de su show fue mientras interpretaba parte del tema “All of the Lights” – tema que grabó junto al rapero Kanye West en 2010 – la cantante hizo referencia a su exitosa marca de maquillaje Fenty Beauty al “retocarse” en el escenario pero sin duda, la cereza del pastel de su recital fue al confirmación de su segundo embarazo; motivo por el cual la cantante limitó sus movimientos de baile.

Para cerrar con broche de oro su presentación patrocinada por Apple Music, Rihanna se arropo con una voluminosa chaqueta a juego con su monocromático outfit y volvió a colocarse en la plataforma flotante para cantar un fragmento de “Umbrella”; lead single de su tercera placa de estudio Good Girl Gone Bad que la catapultó a la fama internacional en el año 2007. Desde las alturas, RiRi concluyó su setlist con una potente versión de “Diamonds” teniendo una espectacular toma del estadio iluminado por pequeñas luces entre las gradas que hicieron un guiño al coro de la canción: “… We’re beautiful like diamonds in the sky”.

Un total de 12 canciones distribuidas a lo largo de 13 minutos de su presentación es como la cantante engalanó la 57ª edición del Super Bowl; evento con una audiencia estimada de 190 millones de espectadores.